VOLVER A LA SERENIDAD
Somos, por naturaleza, seres serenos e intuitivos, pero solemos perder esa serenidad, a causa de los pensamientos negativos de miedo, ansiedad, frustración, resentimiento y preocupación, que nos mantienen emocionalmente alterados y mentalmente inquietos. Nuestros pensamientos son como cientos de monos, que saltan de rama en rama en nuestra mente, que con su incesante gritería y movimiento, nos agotan física y mentalmente, entre juicios inútiles, frenéticas reflexiones, ideas atemorizantes, y maquinaciones innecesarias.
Usualmente, quedamos atrapados en análisis mentales negativos, que nos llevan a recordar un pasado difícil que no podemos cambiar o a un futuro incierto que no podemos controlar, perdiendo la posibilidad de vivir el momento presente, sin miedo, confiando en que estamos capacitados para afrontarlo de la mejor manera, acompañados y apoyados por la sabiduría de la Vida, sabiéndonos capaces de disfrutar y afrontar exitosamente el día a día, con todas las situaciones que se nos presentan, armados de una actitud positiva, un desbordante entusiasmo y un objetivo de vida claro que nos lleve a conseguir la verdadera realización.
La actividad mental, es necesaria, para analizar y resolver nuestros problemas, y para crear y construir, nuestro propio estilo de vida. Pero con demasiada frecuencia las emociones negativas, los pensamientos pesimistas, los comentarios llenos de temor de otras personas, terminan distorsionando nuestra apreciación del presente, alterándonos mental y emocionalmente, afectando nuestras reacciones y en consecuencia la toma de decisiones.
Somos seres pensantes pero también intuitivos y tenemos que recuperar nuestra paz y tranquilidad, debemos volver a nuestra esencia, rompiendo el ciclo del miedo, tomando el control de nuestra vida, y reeducando nuestra mente para reprogramar los pensamientos negativos, reemplazándolos por pensamientos de confianza, de coraje, de amor, de tranquilidad y de fe.
Si logramos bajar la velocidad de nuestros pensamientos y mejorar la calidad de ellos, encontraremos la paz, la tranquilidad y la serenidad que nos lleve a vivir en plenitud. Cuando dejamos de enjuiciar y valorar constantemente a los demás, y a todo lo que vemos, nos damos la oportunidad de estar en el presente, calmados y dedicados a disfrutar y sentir lo que nos está sucediendo. Cada instante trae consigo infinidad de oportunidades y posibilidades, pero si no estamos atentos en el aquí y el ahora, perderemos las buenas oportunidades que llueven sin cesar sobre nosotros cada día.
CLAVES PARA MANTENER LA SERENIDAD.
LA SERENIDAD EN LA SALUD: Los pensamientos negativos afectan directamente nuestra salud, nos provocan estrés y tensión, el mal humor aflora y se afecta seriamente nuestro sistema nervioso, el inmunológico, y el sistema cardiovascular. No hay nada mejor que recuperar la calma, para reducir el estrés y fortalecer la salud natural del organismo. Mientras te mantengas sumergido en pensamientos negativos, sin atender a todo lo positivo que también está ocurriendo en tu presente, la mente te llevara a recordar el pasado triste o amargo, o a preocuparte por el futuro incierto y tenebroso, haciéndote perder la conciencia de cuidar y mantener la salud de tu cuerpo.
LA SERENIDAD Y TU TRABAJO: La claridad mental y la visión de negocios, claves en nuestra profesión, son anuladas, cuando estamos sometidos al agobio del día a día, ya sea paralizados por un miedo excesivo, o trabajando en una carrera loca por conseguir solo metas materiales y llenos de un gran estrés. Detenernos por un momento, mirar a nuestro alrededor para ubicarnos, replantear nuestros objetivos, crear una estrategia y continuar nuestro camino renovados, con optimismo y confianza, hará la diferencia entre el éxito y el fracaso. Podemos ver nuestro trabajo desde una perspectiva mas positiva, que nos permita reconocer la importancia y el valor que tiene, especialmente cuando a través de este podemos suavisar y enriquecer la vida de loa demás.
LA SERENIDAD Y TU PAZ INTERIOR: Los pensamientos negativos, se instalan en nuestra mente, llenándonos de preocupaciones y temores que nos alteran y desequilibran, hasta el punto de hacernos sentir paralizados, deprimidos, exhaustos o a punto de estallar. Aprendamos a distraer la mente de las ideas y las imágenes negativas que hacen crecer nuestros temores acerca de algunas situaciones que tal vez nunca sucedan… Vale la pena afrontar el temor con valor y confianza en nosotros y en la vida, para fortalecer nuestra paz interior.
LA SERENIDAD Y LA DIVINIDAD Solo cuando estamos serenos podemos hacer contacto con la Divinidad en nuestro interior. Cualquiera que sea tu concepto de Ella, necesitas serenar tu mente, aquietar las emociones para abrir tu corazón y percibir su Presencia en tu vida. Recordemos que somos un Ser espiritual tratando de tener una experiencia humana y no un Ser humano tratando de tener una experiencia espiritual.