Podemos Vencer el Hábito de Aplazar las Cosas

A todos nos puede pasar que se nos olvide hacer algo que teníamos pendiente… pero, cuando este hecho se repite seguido, deberíamos preguntarnos: Estaremos evitando hacernos cargo de tareas que debemos realizar? Cuales eran las posibles razones que nos impulsan a hacerlo?

 


Es frecuente dejar para después las tareas que no nos gustan, que nos parecen difíciles, o que no sabemos como resolver en el momento y que tendremos que buscar los recursos para hacerla. Puede tratarse inclusive de algo importante y aun así, por diferentes razones la postergamos.

 

Postergar aquello que queremos hacer, generalmente nos genera un sentimiento de culpa, y sin conciencia, evadimos hacerlo, quedando atrapados en un ciclo sin fin de procrastinación.

 


El primer paso para comenzar a cambiar este hábito, consiste en hacer una lista con todo lo que tenemos pendiente por resolver o por hacer, desde la tarea mas personal hasta la mas grave o importante, de la cual, todavía no nos hayamos hecho cargo. Luego de que tengamos la lista y la hayamos revisado un par de veces para agregar cualquier otro pendiente que recordemos… hay que separarlas, en acciones a corto plazo, aquellas que con solo una acción pequeña e inmediata podemos resolver, en mediano plazo, las que necesitan un poco mas de tiempo y varios pasos para poder hacernos cargo de ellas. Y por ultimo están las que podemos resolver a largo plazo, que generalmente involucran decisiones, el consenso o la participación de otras personas o el que se presente la oportunidad, las condiciones adecuadas o que tengamos todos los recursos necesarios para realizarla. No las escribas todas juntas en el mismo papel porque te será difícil priorizarlas y tenerlas pendientes.

 


Es sorprendente la cantidad de tareas pendientes que tenemos guardadas en nuestra mente, y como al mantenerlas de esta manera, solemos olvidar o ignorar las que mas nos cuestan o no queremos en el fondo realizar, para terminar aplazándolas hasta que se conviertan en una cosa urgente o necesaria de resolver, en cuyo caso lo estaríamos haciendo por temor o por culpa de no haberlo hecho cuando debimos.

 

 

Algunas veces los atrasos pueden deberse a un exceso de obligaciones y compromisos, por eso es necesario aprender a establecer prioridades, a planificar las tareas para distribuir mejor el tiempo que vamos a necesitar y aprender a decir que no al momento de asumir nuevas responsabilidades o compromisos sin tener el tiempo y la energía para hacernos cargo de ellos.

 


Algunas personas tienen el hábito de dejar todo para última hora, obteniendo algún tipo de satisfacción que inmediatamente se convierte en estrés, preocupación y culpa.

 


Saber definir nuestros objetivos, hacer un buen plan de acción y cumplir con cada uno de sus pasos, no ayudara a vencer el hábito de postergar.

 

Siguiente
Siguiente

Mindfulness en la vida diaria